Tumores cerebrales pediátricos
¿Qué son los tumores cerebrales pediátricos?
Un tumor cerebral es un crecimiento de células anormales o el desarrollo descontrolado de células normales en el cerebro. Los tumores cerebrales primarios involucran un crecimiento que comienza en el cerebro, en lugar de propagarse al cerebro desde otra parte del cuerpo.
Pueden ser benignos (no cancerosos) o malignos (cancerosos). Pueden destruir o dañar las células cerebrales al producir inflamación y presionar otras partes del cerebro. Esta presión causa edema cerebral (inflamación del cerebro) y un aumento de la presión intracraneal (presión dentro del cráneo).
Se desconoce la causa de los tumores cerebrales primarios, aunque algunos, como el retinoblastoma, tienden a ser hereditarios. Otros tumores, como el craneofaringioma, están presentes desde el nacimiento.
¿Por qué elegirnos?
El Centro Oncológico de Children’s Hospital of Philadelphia proporciona la investigación más reciente y avanzada, y los tratamientos más innovadores para todos los tipos de cáncer infantil.
Los tumores del sistema nervioso central (cerebro y columna) conforman alrededor del 20% de todos los cánceres infantiles: son la segunda forma más común de cáncer infantil después de la leucemia. Los cerebrales son los tumores sólidos más comunes en niños.
Tipos de tumores
Los tumores cerebrales más comunes de la infancia son: astrocitoma, meduloblastoma, ependimoma y glioma del tronco encefálico. Los gliomas representan el 75 % de los tumores cerebrales en niños pequeños, pero menos del 50 % en adultos. Los que se forman en las cavidades craneoespinales pueden originarse en el cerebro o la médula espinal, o en otros tejidos o estructuras cercanos. Los tumores de la infancia que se originan en otros órganos del cuerpo rara vez se propagan al sistema nervioso, con la excepción de los neuroblastomas.
Tratamiento de tumores cerebrales pediátricos
Cirugía de tumores cerebrales en niños
La cirugía suele ser el primer paso para tratar los tumores cerebrales en niños. Nuestro objetivo con el Programa de Oncología Quirúrgica Pediátrica es extirpar todo el tumor o la mayor parte que se pueda al mismo tiempo que se mantiene la función neurológica. Los pacientes pediátricos con tumores cerebrales tienen una ventaja cuando llegan a Children’s Hospital of Philadelphia (CHOP), dadas la amplia experiencia de nuestros neurocirujanos y la cercana colaboración entre neurocirugía, neurooncología, oncología de radiación y radiología de diagnóstico.
Ciertos tipos de tumores cerebrales ubicados cerca de la parte inferior del cráneo, llamados también tumores de la base del cráneo, pueden extraerse por la nariz con herramientas llamadas endoscopios. Como la base del cráneo está cerca de las fosas nasales y el techo de la boca, el cirujano puede acceder al tumor con mayor facilidad por las fosas nasales y minimizar la necesidad de realizar procedimientos más invasivos. Estos procedimientos tienen muchos nombres, como neurocirugía endoscópica nasal, cirugía nasoendoscópica o cirugía transesfenoidal.
También se realizan cirugías para biopsia, en las que se toma una muestra de tejido para examinar los tipos de células presentes en el tumor. Eso ayuda a establecer un diagnóstico y plan de tratamiento. Se hacen, con frecuencia, cuando el tumor está rodeado por estructuras sensibles que pueden resultar dañadas con la extirpación quirúrgica.
Otras terapias que se utilizan para tratar los tumores cerebrales incluyen:
- Quimioterapia (medicamentos para el cáncer)
- Radioterapia (rayos X de gran energía para matar o encoger las células cancerosas)
- Terapia de protones (una forma precisa de radioterapia que es menos dañina para el tejido circundante)
- Esteroides para tratar y prevenir la inflamación del cerebro
- Quimioterapia de dosis alta, rescate de células madre y trasplante de sangre y médula
- Atención de apoyo para los efectos secundarios del tumor o el tratamiento
- Rehabilitación para recuperar habilidades motoras perdidas y fuerza muscular
- Atención de seguimiento continua para manejar la enfermedad, detectar la reaparición del tumor y manejar efectos tardíos del tratamiento