¿Qué es la enfermedad intestinal inflamatoria?

La enfermedad intestinal inflamatoria (EII) incluye la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa. La mayoría de casos se diagnostican antes de los 35 años de edad, lo que convierte a la EII en una de las enfermedades crónicas más significativas que afectan a niños y adolescentes.

El sistema inmunitario funciona como una red de células y tejidos que defienden al cuerpo de las infecciones. En las enfermedades inflamatorias, como la EII, los problemas con el sistema inmunitario hacen que los anticuerpos e inmunocitos confundan sus propias células sanas y las consideren invasoras. Imagine a un intruso, como el virus del resfriado, que invade su cuerpo. Su sistema inmunitario lo identifica, lo mata y lo elimina de su cuerpo para protegerlo de la enfermedad. En una enfermedad inflamatoria, el sistema inmunitario a veces responde de manera inapropiada y las células sanas del cuerpo se convierten en el objetivo, y así indican al cuerpo que las ataque. Como consecuencia, se produce una inflamación que puede afectar en forma considerable la calidad de vida del niño.

Tanto en la enfermedad de Crohn como en la colitis ulcerosa, los niños tienen períodos sin síntomas (remisión) que alternan con períodos de síntomas inflamatorios (exacerbación). La inflamación del tracto gastrointestinal (GI) se produce tanto en la enfermedad de Crohn como en la colitis ulcerosa, aunque ambas tienen diferencias importantes.

Tratamiento para la enfermedad intestinal inflamatoria

La terapia es compleja y puede variar para cada niño. Los objetivos principales del tratamiento médico son aliviar los síntomas, prevenir las exacerbaciones y lograr la cicatrización de la mucosa (sanación del intestino) y la remisión. Juntos, el fin primordial es que el niño lleve una vida lo más normal posible y pueda alcanzar sus metas personales. Con el objetivo de ayudar a orientar el proceso de tratamiento, podemos realizar muchas pruebas diferentes, diagnóstico por imágenes y procedimientos, que ofrecen un panorama de lo que sucede dentro del cuerpo.

La administración de medicamentos es una opción terapéutica. No existe un tratamiento “universal” para la EII. Los niños responden a diferentes medicamentos o, a veces, a una combinación de ellos. A los que requieren terapias de infusión intravenosa se los atiende en nuestro centro de infusión de vanguardia.

La terapia nutricional, muchas veces en combinación con el tratamiento médico, también es importante y puede incluir una variedad de opciones. Para que el cuerpo pueda sanar, el niño debe recibir una buena alimentación. Nuestros nutricionistas especializados en EII trabajan con las familias para ofrecerles asistencia nutricional.

En los casos en los que los medicamentos no controlan de manera adecuada los síntomas, o cuando surgen complicaciones, la cirugía puede ser una opción terapéutica. Nuestros cirujanos especializados en esta enfermedad están disponibles para reunirse con las familias y orientar el proceso quirúrgico cuando sea necesario.

Estas enfermedades crónicas pueden tratarse, pero aún no pueden curarse. Como equipo, trabajamos con las familias para determinar el mejor tratamiento para promover en el niño la mejor calidad de vida posible.