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Fuga linfática: la historia de Marta

Fuga linfática: la historia de Marta

Marta era una adolescente feliz y saludable. A los 15 años, se fue a vivir de Letonia a Noruega con su familia. Le encantaba aprender sobre su nuevo país y conocer nuevos amigos.

Pero todo cambió después de una caída aparentemente menor que sufrió en la escuela.

Desde ese día, se quedaba sin aliento con facilidad y se sentía siempre cansada y enferma. Los médicos sospecharon al principio que se trataba de un traumatismo en los pulmones o asma, pero no podían detectar el problema.

Con el paso del tiempo, sus síntomas empeoraron.

“Me faltaba el aliento con más frecuencia”, relata Marta. “No podía acostarme a dormir; sentía demasiada presión en los pulmones y el corazón. Me sentía como si me estuviera ahogando en mi propio cuerpo, y no había nada que pudiera hacer”.

Por fin, en 2014, cuatro años después de la aparición de los síntomas, los médicos de Noruega descubrieron el problema: su sistema linfático tenía una fuga de una cantidad excesiva de líquido hacia su pecho y abdomen.

Por lo general, se supone que el tejido absorbe la linfa, que se transfiere de nuevo al sistema venoso. Pero Marta tenía una enfermedad poco frecuente, llamada quilotórax, en la que se produce una fuga de líquido linfático en el pecho. Si no se trata, el trastorno puede ser fatal.

Por desgracia, los médicos noruegos no tenían idea de cómo solucionarlo.

En busca de respuestas

Desesperada por encontrar respuestas, la madre de Marta, Vairite Zvingule, se puso en contacto con médicos de toda Noruega y de Letonia, y navegó internet en busca de opciones de tratamiento para niños con trastornos linfáticos inusuales.

Así descubrió la historia de Davis Janus, un niño de Letonia de 9 años, cuyos síntomas eran similares a los de Marta. Él se había curado con un procedimiento linfático especial, un tratamiento desarrollado en CHOP que ofrecía el Centro de Diagnóstico por Imágenes e Intervenciones Linfáticas del hospital.

Vairite les contó a los médicos de Marta la historia de Davis. Con rapidez, se pusieron en contacto con Maxim Itkin, MD, y Yoav Dori, MD, PhD, médicos pioneros y directores del Centro de Diagnóstico por Imágenes e Intervenciones Linfáticas de Children’s Hospital of Philadelphia, y les brindaron detalles sobre la enfermedad de Marta.

Después de revisar los registros y de conocer a Marta y a su madre por Skype, los médicos de CHOP aceptaron ayudarla. Si bien su afección era inusual, ellos habían tratado a muchos otros niños con fugas linfáticas y habían desarrollado herramientas avanzadas para localizar y reparar los vasos con fugas. Ellos creían poder curarla.

Fue entonces cuando intervino el equipo de Servicios para Pacientes Internacionales (GPS, por sus siglas en inglés) de CHOP. Jaime Powers, BSN, RN, CCRN, coordinador de enfermería clínica de GPS, trabajó con los médicos de Marta, su familia y los Servicios de Salud de Noruega para obtener ayuda financiera, y los recursos para el viaje y el alojamiento en Filadelfia. GPS, que forma parte del Departamento de Medicina Internacional de CHOP, también proporciona intérpretes capacitados en medicina a las familias de los pacientes.

Luego de algunas semanas de preparativos, por fin se obtuvo la aprobación para que Marta pudiera viajar a Filadelfia para el tratamiento. El 25 de marzo, ella y su primo mayor, Zane, llegaron a Filadelfia y vinieron a CHOP de inmediato.

Tratamiento en CHOP

Una vez que admitieron a Marta en CHOP, el equipo Linfático utilizó una linfangiografía de contraste dinámico por resonancia magnética (DCMRL, por sus siglas en inglés) para representar gráficamente la anatomía y el flujo del sistema linfático de la paciente y localizar los vasos con fugas. El Centro de Diagnóstico por Imágenes e Intervenciones Linfáticas desarrolló este estudio de imágenes, que proporciona una visión más detallada del sistema linfático que una linfangiografía convencional. Se utiliza para planificar el procedimiento de intervención que se realizará en el sistema linfático.

Luego, los Dres. Itkin y Dori llevaron a cabo una embolización linfática, procedimiento que sella los conductos con fugas. La DCMRL les permite a los médicos apuntar a los conductos linfáticos que causan las fugas y dejar el resto del sistema linfático intacto.

Después de cuatro de estos procedimientos, los médicos de Marta estaban seguros de que habían reparado todas las fugas en su sistema linfático. Quitaron los puertos de la espalda y del pecho que se habían utilizado para drenar el líquido. Por fin, Marta podía recostarse con comodidad sin sentir presión en su pecho ni tener el cuerpo lleno de aparatos.

El 28 de abril, dieron de alta del hospital a Marta. Durante la semana siguiente, ella y Zane se quedaron en un hotel de Filadelfia mientras recuperaba sus fuerzas. Cuando Marta tuvo su visita de seguimiento con los médicos de CHOP, una radiografía de tórax confirmó lo que la joven ya podía sentir: las intervenciones habían resultado exitosas. Ya no tenía líquido en el pecho. Aprobaron su regreso a Noruega.

Regreso a casa

Marta regresó a casa a principios de mayo. Piensa pasar los próximos meses recuperando su fuerza, volviendo a formar nexos con sus amigos y viviendo todo lo que se ha perdido debido a su enfermedad.

En el otoño, irá a la universidad. Marta, que habla seis idiomas, espera llegar a ser abogada e intérprete.

En la actualidad, ya no necesita medicamentos, ni puertos ni soporte médico para sobrevivir. Toma sus vitaminas todos los días y mantiene comunicación cercana con sus médicos, pero esos son inconvenientes mínimos si se comparan con los desafíos que debió superar en los últimos cinco años.

“Mi afección linfática era lo único que me impedía tener una vida normal. Ahora, gracias al Dr. Itkin y al Dr. Dori, estoy curada”, asegura Marta. “Son magos. Yo estaba muy enferma, y ellos hicieron que mi enfermedad desapareciera”.

 

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