Un Avance Grande para los Pacientes Más Pequeños
En Estados Unidos, nacen 30,000 bebés con 26 semanas de gestación o menos cada año. Esta prematuridad extrema es la principal causa de mortalidad (muerte) y morbilidad (enfermedad) infantil del país. Menos de la mitad sobreviven. Y de los que lo logran, un 90% sufre enfermedades y discapacidad, como neumopatía, parálisis cerebral, ceguera y daño cerebral. El costo anual de atención hospitalaria para estos bebés se calcula en más de USD 40,000 millones.
Todos los días, los cirujanos y neonatólogos de Children’s Hospital of Philadelphia son testigos de los efectos de los nacimientos prematuros. Y ahora, un grupo de ellos ha creado un sistema innovador que podría revolucionar la atención de estos diminutos y vulnerables bebés.
Este dispositivo, que está en etapa experimental con el uso de modelos animales, es una réplica del útero. Los fetos permanecen sumergidos en líquido, y sus pulmones se mantienen en reposo.
Los resultados, publicados en abril en Nature Communications, son muy prometedores. En la actualidad, el equipo de investigadores, dirigido por el cirujano Alan Flake, director del Centro de Investigaciones Fetales de CHOP, trabaja para reducir el sistema con el fin de utilizarlo con bebés humanos, que son de tamaño mucho menor que las crías de cordero recién nacidas.
“Si nuestro sistema resulta tan exitoso como creemos que puede serlo, en última instancia, la mayoría de los embarazos que se pronostique que tengan riesgo de extrema prematuridad se transferirían a un sistema que mantenga a los bebés sumergidos, en lugar de pasarlos a un respirador”, explica el Dr. Flake. “Con ello tendríamos un desarrollo fisiológico normal y evitaríamos, básicamente, todos los riesgos principales del nacimiento prematuro, lo que tendría un enorme impacto en la salud pediátrica”.