Después de una dosis de terapia génica, los pacientes con hemofilia B mantienen niveles casi normales de factor de coagulación
Los investigadores informan los niveles más altos y más sostenidos hasta la fecha del factor IX, esencial para la coagulación, en pacientes con hemofilia B, un trastorno hemorrágico heredado. Después de recibir una sola dosis del tratamiento génico experimental en un ensayo clínico, los pacientes produjeron niveles casi normales del factor de coagulación IX, lo que les permite detener las infusiones del factor de coagulación y, así, poder realizar actividades normales de la vida diaria sin hemorragias incapacitantes.
Lindsey A. George, MD, hematóloga de Children’s Hospital of Philadelphia (CHOP), es la investigadora principal del estudio clínico en fase 1/2 patrocinado por Spark Therapeutics, Inc. y Pfizer, Inc. La Sociedad Estadounidense de Hematología (ASH, por sus siglas en inglés) resaltó hoy los hallazgos actualizados de ese estudio en una conferencia de prensa durante su reunión anual en San Diego. La Dra. George presentará los resultados de esos estudios mañana en una sesión científica plenaria de la ASH.
Katherine High, MD, autora principal del estudio, presidente y directora científica de Spark Therapeutics, describió los datos provisorios actualizados del estudio en la conferencia de prensa de hoy. En el estudio clínico de nueve pacientes adultos con hemofilia B, de entre 18 y 52 años, se utilizó una sola dosis de un producto para terapia génica diseñado para ingresar en las células hepáticas de los pacientes y dirigir la producción del factor de coagulación que les falta.
La Dra. George enfatiza que “el objetivo de este estudio fue evaluar la seguridad del producto de tratamiento génico y, en segundo lugar, determinar si podríamos lograr niveles de factor IX que pudieran disminuir los episodios hemorrágicos”. Y agrega: “Estos pacientes tienen un nivel grave o moderado de hemofilia, con niveles de referencia de factor de coagulación del 2% o menos en personas saludables. En los tratamientos actuales, los pacientes con hemofilia se aplican ellos mismos dosis intravenosas del factor IX hasta un par de veces a la semana. Aunque en general son eficaces, los niveles del factor fluctúan, y los pacientes pueden sufrir hemorragias incapacitantes y dolorosas en las articulaciones cuando caen sus niveles del factor de coagulación. Un régimen así requiere un alto grado de planificación de las actividades diarias”.
En el estudio actual, nos informa la Dra. George, los pacientes mantuvieron niveles del factor de alrededor de un 30%, lo suficiente para que ya no se encuentren en la categoría de graves. “En general, con estos nuevos niveles, los pacientes con hemofilia no necesitan tratarse ellos mismos con el factor para evitar episodios hemorrágicos”, precisó. “Esto representa una mejora potencial significativa en su calidad de vida y un cambio en la forma en que entendemos el tratamiento de la enfermedad”, agregó. Un nivel del factor del 30% es casi normal, según dijo, y se espera que los pacientes sufran hemorragias solo en caso de traumatismo grave o una cirugía.
Un paciente de la investigación se autoinfundió dos días después de recibir el vector de tratamiento génico. Más allá de este caso, ningún otro paciente tuvo episodios hemorrágicos ni requirió factor por razón alguna. Al reducir de manera significativa los episodios hemorrágicos y la utilización del factor, seis de los primeros siete pacientes informaron un aumento de actividad física, y todos informaron una calidad de vida mejorada. Otros dos pacientes recibieron el producto de terapia génica en forma demasiado reciente como para determinar medidas de calidad de vida.
Estudios previos de tratamiento génico para hemofilia habían resultado frustrados debido a la respuesta inmunológica al producto, lo que limitó el éxito de la terapia. En el estudio actual, dos pacientes experimentaron una respuesta inmunológica al tratamiento génico que no derivó en preocupaciones de seguridad y se trató con esteroides. Los pacientes están aún en tratamiento, pero han mantenido actividad de factor IX sin hemorragias.
La Dra. George manifestó tener un cauto optimismo y reconoció que este estudio aún es pequeño, con un período de seguimiento corto. Sin embargo, mientras los investigadores siguen monitoreando a los pacientes en este estudio, el próximo paso será tratar los lineamientos de un estudio clínico más grande, fase 3, con la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos. No se han aprobado tratamientos génicos aún para uso clínico en enfermedades genéticas en Estados Unidos.
La Dra. High, exjefa de investigaciones en CHOP, realizó análisis preclínicos sin precedentes en terapia génica para hemofilia B, y aportó su experiencia científica en CHOP en ensayos clínicos previos del tratamiento en hemofilia y otros trastornos genéticos antes de trasladarse a Spark Therapeutics, que surgió de CHOP en 2013. CHOP mantiene un interés financiero en la empresa.