Cirugía reconstructiva del pene: la historia de Hadi
“Podemos ayudarlos”. Con esas palabras, Ruth Frey, MSN, CPNP, de Servicios para Pacientes Internacionales, ofreció poner fin a la pesadilla de tres años de una familia.
Paulina y Hussein llegaron a Children’s Hospital of Philadelphia desde Bulgaria al final de una larga y difícil búsqueda para ayudar a su hijo Hadi, de 5 años.
Una intervención de rutina, un desenlace devastador
Los problemas habían comenzado muchos años antes, cuando un médico del país de origen de la familia le realizó a Hadi, entonces de 1 año y medio, una circuncisión con el uso de un dispositivo de cauterización. Durante el procedimiento, se quemó y se lesionó una gran parte del pene del niño y, luego, se infectó de gravedad.
Los padres, asustados, primero buscaron ayuda en un hospital del Líbano, donde los médicos debieron extirpar la mayor parte del pene de Hadi a causa de una necrosis o muerte de tejido. La uretra, el conducto que transporta la orina a la abertura del pene, estaba destruida casi por completo. La operación tuvo sus propias complicaciones, y lo que quedaba de la uretra se cerró: esto exigió una segunda cirugía, que también resultó infructuosa.
La uretra continuaba cerrada. Para que su hijo pudiera orinar, la madre de Hadi debía dilatar o ensanchar el orificio del pene todos los días: una tarea difícil y dolorosa.
La familia sentía una profunda frustración. “Ya no confiaba en los médicos”, recuerda Hussein.
“Se trataba de nuestro hijo. Necesitábamos encontrar una respuesta”, agrega Paulina.
En busca de una esperanza
Con desesperación, la familia amplió su radio de búsquedas a hospitales de todo el mundo que pudieran ayudar a su hijo. Una búsqueda en internet los condujo a Children’s Hospital of Philadelphia, donde establecieron contacto con Frey.
Servicios para Pacientes Internacionales obtuvo la historia clínica de Hadi y, tras una cuidadosa revisión por parte de múltiples especialistas de CHOP, pronto pudo ofrecerles noticias alentadoras: en verdad podían ayudar al pequeño.
En octubre de 2010, la familia viajó de Bulgaria a Filadelfia, donde se reunieron con el cirujano urológico Thomas Kolon, MD, y el cirujano plástico Jesse Taylor, MD. Mientras a Hadi le realizaban una multitud de exámenes, a sus padres les impresionaba la manera simple y directa del equipo.
“Aquí los médicos estaban preparados para todas las preguntas”, cuenta Hussein. “Mantuvimos con ellos largas conversaciones”.
Los cirujanos diseñaron un plan para corregir el daño en el pene de Hadi y explicaron a sus padres cada uno de los pasos implicados. La cirugía sería todo un desafío debido a la extensión del daño que había sufrido.
“Nos explicaron el proceso de principio a fin: lo cual es algo muy importante para los padres”, señala Paulina.
Reconstrucción quirúrgica
Los doctores Kolon y Taylor trabajaron juntos y llevaron a cabo una reconstrucción completa del pene con el uso de tejido nativo, un enfoque que preferían a emplear injertos de piel, porque se obtiene una apariencia más natural. El Dr. Kolon logró crear una nueva uretra que le permitiría al niño orinar con normalidad.
Este tipo de colaboración interdisciplinaria es común en Children's Hospital. Como afirma el Dr. Taylor: “Lo mejor de CHOP es que uno cuenta con profesionales de increíble talento disponibles en cada campo”.
La División de Urología de CHOP, reconocida a nivel mundial por su experiencia en cirugías reconstructivas mínimamente invasivas y robóticas, lleva a cabo más de 2,000 intervenciones al año. La División de Cirugía Plástica y Reconstructiva atiende a pacientes de todo el mundo y es uno de los programas más grandes de Estados Unidos.
Los médicos de Hadi son optimistas y sostienen que ahora crecerá con una anatomía funcional. Dentro de un año, regresará a CHOP para una segunda intervención menor. La perspectiva es brillante.
La familia recuerda su estadía en CHOP como un momento lleno de esperanza.
“Nuestra búsqueda duró tres años. Ahora queremos ayudar a otras familias”, dice Paulina. “Cuando lean nuestra historia, sabrán que CHOP puede ayudarlas”.
Hussein agrega: “No nos alcanzan las palabras para darles las gracias”.